Lo primero que debemos tener en cuenta es que macOS no es un sistema operativo diseñado específicamente para el gaming. Por lo tanto, algunos juegos pueden no funcionar correctamente o requerir ajustes de rendimiento y compatibilidad. Sin embargo, existen diferentes opciones para acceder a juegos en macOS, y a continuación, exploraremos algunas de ellas.
Una de las formas más populares de jugar en macOS es a través de tiendas digitales como Steam, Epic Games Store o GOG.com. Estas plataformas ofrecen una amplia variedad de juegos, desde clásicos hasta títulos actuales, que pueden comprarse y descargarse fácilmente. Algunos de estos juegos son nativos de macOS, lo que significa que están optimizados para funcionar sin problemas en este sistema operativo. Otros pueden ser compatibles con macOS, aunque pueden requerir ajustes adicionales o presentar algunos fallos. Por otro lado, hay juegos que son exclusivos de Windows o Linux, lo que significa que no pueden ejecutarse directamente en macOS.
Para jugar a juegos que no son nativos ni compatibles con macOS, existen soluciones alternativas como el uso de emuladores, programas que simulan el funcionamiento de otro sistema operativo dentro de tu Mac. Algunos ejemplos de emuladores son Wine, Parallels Desktop o VirtualBox. Estas herramientas permiten instalar y ejecutar juegos de Windows o Linux en macOS, pero pueden tener algunas desventajas, como una pérdida de rendimiento, complejidad en la instalación y configuración, o posibles problemas de inestabilidad con ciertos juegos. Si te interesa probar un emulador, te dejaré un enlace en la descripción para que puedas probar Parallels de forma gratuita durante 14 días.
Otra opción para jugar a juegos que no son nativos ni compatibles con macOS es utilizar servicios de streaming de juegos, como GeForce Now o Xbox Cloud. Estos servicios permiten jugar a juegos directamente desde la nube, sin necesidad de descargarlos ni instalarlos en tu ordenador. Los juegos se ejecutan en servidores remotos y se transmiten al Mac a través de internet, como si fuera un vídeo. De esta manera, puedes acceder a juegos con altos requerimientos gráficos y de rendimiento sin importar la configuración de tu Mac. Sin embargo, estos servicios también tienen sus inconvenientes, como una mayor dependencia de la conexión a internet, un mayor consumo de datos o una menor personalización y control sobre los juegos.
Ahora, hablemos de mi experiencia al jugar en mi MacBook Pro M1 de 14 pulgadas. Lo primero que hice fue descargar mi cuenta de Steam, donde ya tenía algunos juegos disponibles para macOS. Entre ellos, probé Minecraft y Rocket League. Ambos juegos funcionaron sin problemas, ofreciéndome una experiencia de juego fluida y con buenos gráficos. La tasa de fotogramas en Minecraft fue de aproximadamente 96 fps, lo que garantizó una experiencia visualmente agradable y sin retrasos.
También probé un emulador de Nintendo Switch para jugar al último Pokémon. Aunque la calidad de imagen fue excelente, noté que mi MacBook Pro se calentaba considerablemente bajo estas circunstancias, lo que me hizo pensar en las limitaciones del hardware para juegos más exigentes.
El siguiente paso fue instalar Apex Legends desde Steam. Sin embargo, me encontré con un problema: el juego es exclusivo de Windows y no es compatible con la arquitectura del procesador ARM que utilizan los últimos chips de Apple. Para probarlo, decidí instalar Parallels y emular Windows 11 en mi Mac. Aunque pude hacerlo, el juego seguía sin ser compatible debido a la arquitectura del procesador. Es importante mencionar que actualmente no hay solución para esta limitación, pero espero que en el futuro se optimicen más juegos para esta arquitectura y se puedan disfrutar plenamente en Macs.
Antes de continuar, quiero compartir un consejo sobre cómo conectar un mando al Mac para una experiencia de juego más cómoda. En mi caso, utilicé un mando de PlayStation 4 y lo conecté fácilmente mediante Bluetooth. Basta con activar el Bluetooth en ambos dispositivos, mantener pulsados los botones de «Play» y «Share» en el mando hasta que parpadee rápidamente y luego sincronizarlos. ¡Listo para jugar!
Para tener una idea más clara del rendimiento de mi MacBook Pro, realicé pruebas sintéticas con Geekbench 6, Novabench y Cinebench. Aunque este Mac no está diseñado específicamente para gaming, los resultados en rendimiento y gráficos fueron bastante positivos, considerando que se trata de un procesador con gráficos integrados.
En conclusión, jugar en macOS es posible, aunque tiene algunas limitaciones y desafíos a tener en cuenta. Si bien algunos juegos funcionan perfectamente y ofrecen una experiencia satisfactoria, otros pueden presentar problemas de compatibilidad debido a la arquitectura del procesador. Sin embargo, hay soluciones alternativas como emuladores o servicios de streaming de juegos que permiten acceder a una amplia variedad de títulos. Personalmente, encuentro que los servicios de streaming son el futuro del gaming, ya que permiten disfrutar de juegos exigentes sin preocuparse por la potencia del hardware local.
Espero que esta entrada te haya sido útil para entender cómo es jugar en macOS y las posibilidades que existen. Si tienes preguntas o sugerencias, déjalas en los comentarios. ¡No olvides suscribirte para más contenido sobre tecnología y gaming! 🎮🍎